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Primer Congreso - La Junta de Gobierno

Cuando San Martín regreso de Guayaquil, después de fracasadas las entrevistas que había realizado con Simón Bolívar buscando su ayuda para acabar con la presencia en América de los Españoles, en el Perú se dio cuenta que el país que había liberado clamaba independencia en su gobierno, por consiguiente convocó e instaló el Primer Congreso Constituyente del Perú, ante el cual presentó su renuncia. Este Congreso que aceptó la irrevocable renuncia y retiro de San Martín del Perú, habría de durar casi tres años (setiembre 1822 - marzo 1825), la principal misión para que fue convocado, era dar la primera Constitución que regiría la vida de la naciente República de los peruanos. La elección de los diputados al primer Congreso Constituyente fue una elección muy elitista, la elección de los miembros no fue como se rige el sistema actual, quizás por ser la primera vez, por la inexperiencia en estos acontecimientos o por la premura en conformarlo, lo cierto es que solo pudieron participar en la elección de sus miembros una fracción de los pobladores del Perú, un claro ejemplo es que los representantes de las provincias que eran españoles, y para reemplazarlos eligieron entre los residentes de Lima, quienes no conocían la realidad de los lugares a los cuales representaban y nada tenia que ver con esas provincias.

El Primer Congreso Constituyente del Perú, no solo estaba compuesto por peruanos, también estaba integrada por miembros de otros países latinoamericanos, quienes habían tenido una importante y decisiva participación en la lucha por la independencia de este país, estaban pues del Perú (86 %); Quito, Cuenca y Guayaquil (5 %); Nueva Granada (3 %); Argentina (3%); Alto Perú (1 %); y Chile (1 %). Así mismo estaban conformadas por integrantes de las más diversas profesiones: Comerciantes, Mineros y propietarios (18%); Profesionales de servicios como Abogados, miembros de la iglesia, Médicos (76%) y de las Fuerzas Militares (6 %).

Este Primer Congreso fue de una marcada tendencia liberal, republicana y parlamentaria, y fue su primer presidente don Francisco Javier de Luna Pizarro secundado por Sánchez Carrión.

La misión y objetivos para que fue creado este Primer Congreso Constituyente, no fue cumplido, principalmente porque no supo definir sus facultades, funciones ni obligaciones, en los actos y reuniones que se realizaron se trataron todo tipo de asuntos pero ninguno encaminado a solucionar la problemática, social, política, económica y militar del nuevo país independiente. En las reuniones se trataban temas de los más diversos, como el homenaje a los guerrilleros y a los nativos de la selva; permisos para predicar; dispensa de práctica a un bachiller; quejas de los huérfanos; números de sirvientes que deberían tener los diputados; títulos y honores a las ciudades, pero ninguno sobre el Perú en conjunto, se presentaron iniciativas relacionadas con los nuevos métodos de enseñanza y la introducción de nuevos cultivos en el país pero se quedaron sin resolver. Sumado a este mal funcionamiento estaba que el nuevo estado carecía de fondos e ingresos, la proclamación de la Independencia y la caída de el orden que se encontraba establecido hasta ese momento había creado un caos generalizado, el público rechazaba el papel moneda, la moneda de cobre, nadie quería pagar impuestos, se desconocían las autoridades, etc.

Dentro de todo el caos existente, el Congreso realizó tres obras principales:

* El nombramiento de la Junta de Gobierno a cargo del ejecutivo.
* La redacción de las bases de la Constitución peruana.
* La primera expedición a intermedios.

El Congreso resolvió nombrar una Junta Gubernativa con miembros de su interior, para que cumpliera con las funciones del Poder Ejecutivo, y en vez de un solo Presidente estuviera formado por tres diputados, esta Junta estaba integrada por el general José de La Mar como presidente, el aristócrata Manuel Salazar y Baquíjano (cuarto Conde de Vista Florida) y el comerciante Felipe Antonio Alvarado. La Junta Gobernó hasta el 27 de febrero de 1823, durante el cual sus funciones fueron un desastre, principalmente por no existir unidad en el mando, y porque todo lo que pretendían realizar tenía que ser consultado con el Congreso que mayormente era negada toda acción.

El Congreso a fines de 1822 elaboró las bases de la Nueva Constitución las cuales tuvieron un abierto carácter liberal y republicano, en las mismas se excluía toda posibilidad de que el Perú se convirtiera en una monarquía, por lo tanto se habían retirado los poderes a los enviados por San Martín, para buscar un rey en Europa. Siguiendo el modelo de las ideas norteamericanas y francesas, el llamado poder nacional fue convertido en tres poderes, de los cuales el más poderoso y fuerte debía ser el Legislativo. El Congreso y la Junta de Gobierno, decidieron realizar acciones sobre los españoles que se encontraba en territorio peruano, para ese efecto decidieron realizar una expedición al sur, según el plan que fuera elaborado por San Martín y que se le conoce como la Expedición a Puertos Intermedios. Esta expedición con 3,000 hombres del Ejército Patriota, marcharon bajo las órdenes del general argentino Felipe Antonio Alvarado, hermano de un integrante de la Junta, las cuales terminaron en el más rotundo fracaso, sobre el particular Bolívar en observaciones sobre este Ejército dijo: El ejército que tiene Alvarado está muy mal compuesto, es aliado, de cuatro naciones independientes, donde cada ejército tiene una opinión diferente y ninguno tiene interés nacional.

El primer fracaso del Ejército Patriota, originó el Primer Golpe Militar en la Historia Republicana del Perú, el ejército del centro que se encontraba acantonado en Miraflores avanzó hasta Balconcillo, al sur de la capital y exigió al Congreso de la República el 26 de febrero de 1823, se nombrara Presidente de la República al coronel de las milicias don José de la Riva Aguero y Sánchez Boquete, pese a que en un principio el Congreso se negó, el 28 de febrero fue nombrado presidente, a quien a los pocos días el Congreso lo ascendió a Mariscal.

Presidencia de Riva Aguero

La campaña desastrosa en el sur del general Alvarado, levantó una ola de indignación contra la Junta de Gobierno, culpándola de todos los males en su administración. La Municipalidad y los oficiales de mayor jerarquía presentaron una petición al Congreso con fecha 26 de febrero de 1823, exigiendo el nombramiento de un Presidente de la República que recayera en la persona del coronel de las milicias, don José de la Riva Agüero. El petitorio estaba firmado por el general de Brigada Andrés de Santa Cruz, los coroneles Gamarra, Gutiérrez de la Fuente, etc., y como el día siguiente 27 no se había resuelto la petición, el ejército del centro se movió amenazante de su acantonamiento de Miraflores a Balconcillo. Ante este movimiento de tropas, el Congreso encargó la Presidencia Provisoria de la República al Mariscal José Bernardo Torre Tagle, por ser el militar de Mayor graduación, y convocando a una sesión la cual en la tarde del día 28, el coronel de Milicias José de La Riva Agüero salió elegido presidente de la república por 32 votos, habiendo jurado el cargo la misma tarde del día 28, y el 4 de marzo fue ascendido a gran Mariscal.

El Primer Presidente de la República del Perú, don José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete, dio inicio a sus labores con el apoyo de la clase aristocrática, la cual estaba en pugna con la liberal, quien desde los primeros momentos de su gobierno desplegó una intensa actividad principalmente en organizar la guerra para acabar con la presencia de los españoles en territorio peruano, es así que en sesión secreta del congreso, con fecha 1 de marzo, es decir al segundo día de su gobierno dispuso:

Solicitar la venida del Libertador Simón Bolívar a territorio peruano, el mismo que el 6 y 9 de junio, comunicó aceptando su venida.

* El mejoramiento del Ejército peruano, con un adecuado adiestramiento militar y la fundación de una Academia Militar.
* La reorganización de la Marina, la cual estaría encomendada al marino inglés Jorge Guise, identificado con el Perú.
* Una adecuada política exterior, con el reconocimiento y llegada de diplomáticos de Chile y Estados Unidos.
* Solicitar un empréstito al gobierno inglés de un millón doscientas mil libras que gestionaron en Londres los comisionados de San Martín: Paroissien y García del Río.
* Iniciar la segunda Expedición a Intermedios, para combatir a los españoles.

La situación era muy crítica, en virtud al auxilio y ayuda pedido a Simón Bolívar, llegaría al Perú en mayo de 1823 un ejército colombiano bajo el mando de Sucre, por lo cual el Perú estaba obligado a pagar los sueldos de oficiales y soldados; a proporcionarles equipo, armamento y mantenimiento; a pagar los gastos de regreso cuando finalizara la campaña contra los españoles; a remplazar las bajas colombianas con soldados peruanos, etc.

En los breve cuatro meses que duró el gobierno realizó una actividad asombrosa, tomando como base el ejército que fuera derrotado por los españoles en Torata y Moquegua, formó otro en Lima que en un total de 5,095 hombres al mando del general Santa Cruz secundado por Gamarra se embarcaron hacia el sur en junio de 1823. Esta Segunda Expedición a Intermedios desembarcó en Iquique, Arica y Pacocha, iniciando su ofensiva sobre el Alto Perú, tuvo un éxito inicial ocupando las ciudades de la Paz y Oruro, enfrentándose a los españoles comandados por el general Valdés en la batalla de Zepita, el 25 de agosto, a orillas del Lago Titicaca, en la cual no se produjeron ningún resultado favorable para ningún bando. Los generales Santa Cruz y Gamarra decidieron retirarse hacia la costa, en lo que se calificó en el más grave error estratégico de lucha, las tropas se retiraron en desbande, desorganizadamente lo que originó que de los cinco mil soldados sólo se embarcaron 756 en Moquegua.

A esta increíble derrota, mientras el mayor número de efectivos del ejército patriota se encontraba en el Sur, el general realista Canterac aprovechó la situación para avanzar con sus tropas que se encontraban acantonadas en Huancayo y Jauja, bajando a la costa y dirigirse a la capital, este movimiento realista vino a producir una grave crisis en el gobierno de Riva Agüero, quien decidió defender la capital, pero una junta de guerra opinó por el traslado del gobierno, el parlamento y los tribunales a los castillos del Callao.

Encontrándose abandonada la capital sin resguardo alguno, el 18 de junio fue ocupado por el ejército realista, permaneciendo hasta el 16 de julio en que nuevamente se retiraron a la sierra. El presidente Riva Agüero, Sucre y el Congreso encontrándose en el interior de los castillos del Callao, se enfrascaron en un enfrentamiento continuo, por momentos tratando de mantener la calma y reorganizarse necesitaban mantener comunicación con otros patriotas en Lima, pese a estar sitiados, ocurrió un patriótico acto de heroicidad realizado por el pescador chorrillano José Silverio Olaya Balandra, quien servía de emisario secreto entre el gobierno en el Callao y los patriotas en Lima, lamentablemente en uno de los viajes fue descubierto y apresado, siendo sometido a crueles tormentos y condenado a muerte por haber mantenido el secreto de su misión y no haber delatado el nombre de los patriotas en Lima. La ejecución se realizó en la mañana del 29 de junio de 1823, en la plaza de Armas de Lima, el mismo día que su balneario de Chorrillos celebraba a su patrón, San Pedro.

En el Callao, el Congreso de la República amparado en Sucre, depuso de su mandato presidencial a Riva Agüero, nombrando al general venezolano como Jefe Militar y dio el mando Supremo a Torre Tagle, consumando uno de los actos de divisionismo más grande de la historia.

Riva Agüero despojado de su mando y con la orden de ser exiliado emitida por el Congreso, se embarcó con sus ministros y parte de los diputados, en el puerto del Callao con rumbo a Trujillo, en donde se estableció dictó un decreto disolviendo el Congreso y creó un Senado con 10 miembros.

Los realistas abandonaron la capital, y los patriotas que se encontraban en el Callao regresaron a Lima, Torre Tagle encargado del mando reunió a los diputados y restableció el funcionamiento del Congreso el 6 de agosto de 1823, el mismo Congreso, eligió a Torre Tagle Presidente de la República, mientras Sucre acudía con el poco ejército que contaba al sur en apoyo a la expedición de Santa Cruz, mientras el Libertador Simón Bolívar venía al Perú, que tenía dos Presidentes y dos Congresos, uno en Lima y otro en Trujillo.

Dictadura del Libertador Simón Bolivar

De conformidad a la invitación transmitida por el Congreso de la República del Perú, a instancias del Presidente Riva Agüero, los diputados Joaquín Olmedo "El Vate de Junín" y Faustino Sánchez Carrión "El Solitario de Sayán" fueron los emisarios especiales enviados a Guayaquil, para solicitar la venida del Libertador Simón Bolívar, cuya partida le fue concedida por el Congreso de Colombia, dejando el mando al Vicepresidente de ese país general Francisco de Paula Santander, emprendiendo viaje al Perú. El 1 de setiembre de 1823 a bordo del bergantín Chimborazo, arribaba al Callao don Simón Bolívar, quien a pesar del caos político y militar en que se encontraba sumida la capital, fue recibido con los honores que su alto cargo, siendo recibido por el presidente Torre Tagle, principales funcionarios y una salva de artillería.

Después del recibimiento Simón Bolívar sabía que para realizar su campaña en territorio peruano, tenía que tener el control y poder absoluto sobre el país, para ese efecto el Congreso el 10 de setiembre de 1823, decretaba el nombramiento de Suprema Autoridad Militar en toda la República del general Simón Bolívar, seguía siendo el marqués de Torre Tagle presidente pero debía ponerse de acuerdo en todo con el Libertador. Con el dominio sobre Lima, para Bolívar el único impedimento para asumir el poder absoluto sobre todo el Perú, era Riva Agüero y sus partidarios que dominaban toda la región de Trujillo y Huaraz y quien contaba con una fuerza de más de 3,000 hombres.

Bolívar solicitó autorización al Congreso para sostener entrevistas con Riva Agüero, con la autorización respectiva éstas se realizaron en Huaraz primero, y en Pativilca después, entre delegados de ambos caudillos, las cuales terminaron en fracaso pues no pudieron ponerse de acuerdo. Mientras se desarrollaban las conferencias entre Bolívar y Riva Agüero, al mismo tiempo en forma secreta Riva Agüero negociaba con el Virrey La Serna para pactar un armisticio, ofreciendo entre otras cosas lo siguiente:

* El Armisticio entre peruanos y españoles.
* El despido de las tropas auxiliares colombianas.
* La estrecha colaboración entre peruanos y españoles en contra de los colombianos, si estos se negaran a abandonar el territorio.
* Realizar las gestiones para que el Perú fuese gobernado por un príncipe español.
* La constitución de una Regencia en el Perú, bajo el mando de la Serna y la cooperación de Riva Agüero.

Por estas negociaciones Riva Aguero ha sido acusado de traición, pero la historia no lo demuestra como tal, porque Riva Aguero entró en negociaciones con el Virrey como anteriormente lo había hecho San Martín y como después lo haría el mismo Simón Bolívar, sin renunciar a la Independencia del Perú.

Ante esta situación, Bolívar decidió iniciar una campaña militar contra Riva Agüero, marchando a mediados de noviembre y dirigiéndose al norte, es cuando estando próxima a estallar la guerra civil, esta no se realizó debido a que en la madrugada del 25 de noviembre el coronel Antonio Gutiérrez de la Fuente tomó prisionero a Riva Agüero en Trujillo, y a sus principales partidarios, salvando de ser fusilado, embarcarse para Guayaquil en exilio y de ahí a Europa.

De regreso de la campaña contra Riva Agüero, Bolívar se vio obligado en los primeros días de enero de 1824 a detenerse en Pativilca, por motivos que fue atacado de una grave enfermedad y que quebrantó su salud, pese a la situación Bolívar estableció su Cuartel General en Pativilca y se dedico a preparar la campaña contra los españoles. Como un acto en su estrategia y ganar tiempo, insinuó a Torre Tagle la necesidad de entrar en negociaciones con los realistas para pactar un armisticio. El Congreso aprobó estas negociaciones y fue enviado al campamento del general español Canterac, en Jauja, el Ministro de Guerra general José Félix de Berindoaga, pero el general español no aceptó las negociaciones, pero así como Riva Agüero, Torre Tagle estaba desde hacía algún tiempo realizando negociaciones secretas con los españoles para terminar la guerra sobre la base de que Bolívar saliera del Perú. Estas negociaciones fueron descubiertas y Bolívar culpó de ellas tanto a Torre Tagle como a Berindoaga, quienes se refugiaron en el Castillo del Callao donde murió Tagle y Berindoaga más tarde sería fusilado en Ayacucho por órdenes de Bolívar.

A principios de febrero de 1824 la critica situación por la que atravesaba el país se complicó aún mas, cuando el 5 de febrero ocurrió la sublevación de una parte de las tropas en las fortalezas del Real Felipe en el Callao, apoderandose los españoles de ese importante lugar al solicitar los sublevados la protección de los jefes realistas que se encontraban presos en la fortaleza, estos comunicaron la noticia al General Canterac, quien envió a los generales Juan Antonio Monet y José Ramón Rodil quienes tomaron con un ejécrito la mejor plaza fuerte en el Pacífico a poder de España, e ingresando a Lima en febrero de 1824. Ante la gravedad de la situación Bolívar ordenó evacuar la capital, replegar las tropas hacía Pativilca, y sacar de Lima todo lo que pudiera ser útil, aún por la fuerza. En esta delicada situación, el Congreso el 10 de febrero de 1824 dictó un trascendental decreto entregando a Bolívar la plenitud de los poderes del estado para que hiciera frente a la situación, por tal mandato Bolívar era envestido como Dictador del Perú.

Con el título de Dictador del Perú, Bolívar emprendió desde Pativilca la preparación de la última campaña contra los españoles, dispuso el reclutamiento de toda persona con capacidad para luchar, dispuso la reorganización de las guerrillas o montoneras en la costa y en la sierra y estableció una férrea y sangrienta disciplina entre la tropa manteniendo en todo su vigor la pena de muerte; ordenó la apropiación de todo lo que de valor hubiese en el territorio que ocupaba, e incluso dispuso que las iglesias debía de entregar las joyas y alhajas a excepción de un cáliz y la custodia suficientes para decir misa; llegaron de Colombia los refuerzos a órdenes de los generales Lara y Córdoba quienes se unieron al ejército nacional, cuando se restablecía de su salud se asentó en Trujillo en donde estableció su cuartel general y sede de su gobierno. Desde esta ciudad dirigió el acantonamiento de las tropas entre Cajamarca y Huaraz y procedió a reparar las armas existentes y a fundir herrajes para los caballos, mientras otros llegaban de Colombia consiguió abundancia de vestuario por la requisa de telas y por la contribución en trabajo impuesto a los habitantes de Trujillo. Su notable dinamismo y los completos conocimientos que tenía en estos menesteres, hacía que el mismo dirigiera hasta los menores detalles; así en una ocasión llegó a diseñar los moldes de las casacas de los soldados para ahorrar tela. Sucre por su parte se dedicaba a recorrer el terreno en la sierra y con la protección y ayuda de los montoneros, levantó croquis y planos para la futura campaña que tendría que realizarse en esos lugares; se perfeccionó el servicio del espionaje; se preparaban los campos y el forraje para los caballos, y se establecieron depósito de víveres a lo largo del camino que el ejército se proponía seguir. Las tropas eran sometidas a un buen entrenamiento en la Sierra para aclimatarse convenientemente a esa vida en alturas de 2,500 a 4,000 m. Entre Huaraz y Cajamarca se concentró el ejército, la división Peruana lo hacía a órdenes del Mariscal la Mar, mientras que los colombianos lo hacían a órdenes del general Sucre. El 11 de Abril dejó Bolívar Trujillo y atravesando la cordillera se dirigió a Huaraz, inspeccionando tropas y lugares inspeccionando el ejército que había podido conformar con 8,000 hombres a los cuales había disciplinado para la guerra pero que tenían que enfrentar a un ejército de 18,000 hombres del Virrey La Serna.

Batalla de Junin


Con la llegada al Perú del ejército Colombiano al mando de los generalesLara y Córdoba, Simón Bolívar establece su centro de operaciones en Trujillo, y designando como Ministro General a Faustino Sánchez Carrión, a quien correspode muchos de los méritos de haber formado el nuevo ejército peruano, es así que a mediados de 1824 se contaba con un ejército compuesto por toda persona apta para el combate, los cuales con mucho esfuerzo, disciplina, sacrificio del pueblo en general y hasta en muchos casos con mucha dureza, se uniformó y armó para hacer frente al ejército realista. Al término de los preparativos el ejército estaba compuesto por 8,500 hombres de los cuales el 40 % eran peruanos, con ellos Simón Bolívar inicia su marcha desde las sierras de Cajamarca y La Libertad hacia el sur, en la vanguardia (delante) y retaguardia (atrás) y los extremos de su ejército iban grupos de guerrillas, apoyados por un servicio de espionaje ejercido por patriotas en todo el territorio patrio le sirvió para conocer sobre el número del ejército español, sus desplasamientos y ubicación de sus campamentos. Bolívar contaba con un buen ejército de unos 8,500 hombres, pero resultaban insuficientes ante el número de las fuerzas españolas que sumaban cerca de 16,000 hombres que se encontraban distribuidos de la siguente manera:

* En Jauja y Huancayo, el general Canterac con 8,000 hombres
* En el Cusco, al mando del Virrey La Serna con 1,000 hombres
* En Puno y Arequipa, el general Valdez con 3,000 hombres
* En el Alto Perú, el general Olañeta con 4,000 hombres.

Sin embargo las cirunstancias serían favorables a Bolívar, un acontecimiento levantaría los ánimos de los patriotas y llegaría a equilibrar las fuerzas, y fue la sublevación del General Olañeta en el Alto Perú al frente de sus 4,000 hombres que desconocía la autoridad del Virrey La Serna, lo que obligó al virrey que estaba en el Cusco a enviar al general Valdés con sus tropas para combatirle.

Estos acontecimientos hicieron que Bolívar diera inicio rápidamente a la campaña militar, y decidió atacar a las tropas realistas que se encontraran mas próximas a su ubicación, las cuales eran el ejército comandado por el general Canterac ubicado entre Jauja y Huancayo. A principios de Junio dio órdenes de iniciar el avance por escalones hacía Huánuco y Cerro de Pasco, atravesando las cordilleras a alturas muy peligrosas, las cuales fueron soportadas por el buen trabajo de preparación de los meses anteriores, efectuándose la travesía con toda eficiencia. Entre el 31 de julio y el 1 de Agosto quedó concentrado el ejército en la región de Quillota, Rancas y Sacramento. El 2 de Agosto el libertador pasó revista a su ejército en el llano de Rancas, a 36 Km de Pasco, con los ánimos levantados su presentación fue brillante, el libertador una vez terminada la revista, se ubicó en un lugar desde donde dominaba a toda la tropa, y haciendo uso de su genial elocuencia, proclamó :

" ¡ SOLDADOS ! Vais a completar la obra más grande que el cielo ha encomendado a los hombres: la de salvar un mundo entero de la esclavitud.

¡ SOLDADOS ! Los enemigos que vais a destruir se jactan de catorce años de triunfos; ellos, pues serán dignos de medir sus armas con las vuestras que han brillado en mil combates.

¡ SOLDADOS ! El Perú y la América toda aguardan de vosotros la paz, hija de la victoria, y aún la Europa liberal os contempla con encanto porque la libertad del nuevo mundo es la esperanza del universo, ¿ La burlareis ? ¡ No ! ¡ No ! ¡ Vosotros sois invencibles ! "

Cuando el general español Canterac fue informado del avance de Bolívar, decidió salirle al encuentro, y el 1 de agosto movilizó su ejército hacía Cerro de Pasco, en donde al llegar su caballería a este lugar, se encontró con que Bolívar marchaba hacia Jauja por el lado Oeste del lago Junín. Temeroso de que Bolívar le cortara su comunicación con su base de aprovisionamiento, ordenó inmediatamente la contramarcha, y el 5 de agosto Canterac se encontraba en Carhuamayo, en la parte oriental del lago, mientras Bolívar se encontraba más o menos a la misma altura en la parte occidental del mismo. En la mañana del viernes 6 de agosto de 1824 los dos adversarios se encaraban sobre la Pampa de Junín por las márgenes del Lago, Canterac con su caballería a retaguardia y Bolívar con su caballería a la vanguardia de su ejército. La ligereza de la infantería realista hizo que Canterac pasara por la Pampa de Junín dos horas antes que Bolívar apareciera con su ejército por la quebrada de Chacamarca.

A las dos de la tarde la caballería patriota compuesta por 900 efectivos avanzaba delante del ejército por tal motivo era el primer cuerpo que aparecía por la quebrada para desembocar en la Pampa. Bolívar, desde una lugar donde observaba el teatro de operaciones, se percató que su adversario estaba por escapársele y tomando sin vacilar la iniciativa, ordena al general Mariano Necochea jefe de la caballería patriota, lanzar sus escuadrones al llano y cargar a los escuadrones realistas, Canterac al ver la maniobra patriota, contando con una caballería superior que llegaba a 1,300 efectivos, ordenó contraatacar a los patriotas mientras su infantería proseguía su marcha, La caballería patriota lanzada al ataque, no pudo desplegar completamente los escuadrones por lo estrecho del terreno, mientras que la caballería realista, en mejor terreno, desplegaba completamente sus líneas y atacaba en mejores condiciones, a las cuatro de la tarde el encuentro desigual fue inevitable, el sonido de los sables, el relinchar de los caballos que no ahogaba el grito de furía y dolor de los hombres dominaba el campo, la lucha era sin cuartel, los escuadrones patriotas resistieron bravamente el ataque realista que imponían su superioridad numérica haciendo que las tropas patriotas empezaran a retroceder siendo perseguidos por los realistas, hasta que hizo su aparición el primer escuadrón del regimiento Húsares del Perú (formada por montoneros) al mando del comandante argentino Manuel Isidoro Suárez, que había llegado retrasado al campo de batalla porque en su trayecto encontró un pantano, éste jefe dispuso dejar pasar a los perseguidores y luego cargó por la espalda a los realistas por insinuación de su ayudante mayor, teniente José A. Rázuri, esta acción logró contener la persecución y desorientar a los realistas quienes confusos no atinaban a organizarse, esta acción permitió que los escuadrones patriotas se rehicieran y volvieran a la carga, esta vez el factor sorpresa e impetu de los guerreros hizo efecto luego de una prolongada lucha después de cuarenticinco minutos de combate con sable, sin que se disparara un solo tiro, y a una altura de 4,100 m.s.n.m. las tropas patriotas habían conseguido una importante y estrategica victoria, Bolívar que se había alejado del lugar de la batalla en busca de su infantería, pensando que su caballería había sido diezmada recibió de pronto el parte enviado por el general Miller, en que le anunciaba la espléndida victoria.

Es así, que el triunfo patriota conseguido en la batalla de Junín, fue decidido por los Húsares del Perú, hombres vueltos guerreros por la libertad de su patria, este cuerpo estaba compuesto por Montoneras, quienes desde ese momento fueron llamados Húsares de Junín.

Al final del combate, la bravura con la que combatieron los guerreros patriotas fue elocuente, los resultados fueron que el ejército realista sufrió alrededor de 254 bajas entre muertos y heridos, mientras que el ejército patriota 144 bajas. Esta derrota hizo que el general Canterac se retirara con sus tropas al Cusco en busca del Virrey La Serna, para reorganizarse y planear una contraofensiva realista.

Batalla de Ayacucho


Después de haber sufrido la pérdida de su caballería, cuerpo muy importante de un ejército de ese entonces, el general español Canterac fugó del teatro de operaciones en las Pampas de Junín, tomando la ruta del sur con dirección al Cusco con la finalidad de encontrarse con el Virrey la Serna, el ejército realista fue obligado a caminar 160 Kms. en tres días de marcha, mientras era seguido y hostigado por guerrilleros independentistas, entre ellos los coroneles Carreño, Otero, Terreros, Estomba, el comandante Peñaloza, el mayor Astete y otros.

El ejército libertador al mando de Bolívar emprendió la persecución del ejército realista con dirección a Tarma, siguiendo por Jauja, Huancayo, Huanta y Huamanga, el 24 alcanzó Chalhuanca, donde formó su cuartel general. A fines de octubre el Virrey la Serna decidió abrir campaña contra Sucre al frente de un ejército, quedando en el Alto Perú el ejército de Olañeta, atravesó el Apurímac por Acha y continuó hacia Huamanga, luego regresó hacia donde estaba Sucre y en una hábil maniobra realizada por Valdés, se inició desde ese momento una marcha paralela de ambos ejércitos.

En octubre de 1824, Bolívar se vio obligado a dejar el ejército patriota, al haber recibido noticias de la presencia de naves españolas en el Callao, ante la llegada de un ejército auxiliar colombiano y a un empréstito de tres millones de pesos para la causa y que podrían ser mal utilizados en Lima, después de haber hecho un minucioso reconocimiento de toda la zona hasta el Apurímac, en compañía de su Estado Mayor, dejando a Sucre al mando del Ejército Unido Libertador.

El 3 de diciembre se produjo un encuentro previo entre las fuerzas patriotas y realistas en la batalla de Corpahuaico, en las que los patriotas perdieron 200 hombres y una pieza de artillería, retrocediendo y tomando posición en la Pampa de Quinua en donde acamparon, mientras que los realistas tomaron posición en las faldas del cerro Condorcunca desde donde les cerraban la salida a Lima, esta situación hacía que el encuentro definitivo era inevitable. Esto ocurría el 8 de diciembre de 1824, a unos doce kilómetros de la ciudad que en ese entonces se llamaba Huamanga, en la pampa llamada Ayacucho donde sería el escenario de la batalla, esta era como una gran cancha que se prolonga de las faldas del Condorcunca, enmarcada por dos hondas quebradas, al final de la pampa esta el pueblo de Quinua. Antes de la batalla se autorizó un encuentro entre parientes y amigos de ambos bandos para despedirse, vale mencionar que en ambos ejércitos habían soldados americanos que luchaban por sus ideales, unos por la libertad y otros por la Corona.

Al amanecer del 9 de diciembre de 1824, ambos ejércitos se encontraban listos para iniciar la que sería la última batalla por la independencia de América española. Los ejércitos estaban dispuestos para el encuentro final, el general Sucre pasó revista a sus tropas, a los cuales arengó con las siguientes palabras inmortales en la historia del Perú:

" ¡Soldados! De los esfuerzos de hoy depende la suerte de la América del Sur. Otro día de gloria va a coronar vuestra admirable constancia ".

El ejército unido Libertador al mando del general Sucre formaba de la siguiente manera:

* La división La Mar, a su izquierda, frente al ejército realista comandado por Valdés.
* La división Córdoba, a la derecha frente al ejército español comandado por Villalobos.
* La división Lara, al centro y un poco a retaguardia, junto a la caballería a órdenes de Miller.
* Su única artillería compuesta de un cañón de a cuatro, a la derecha.

El ejército realista comandado por el virrey la Serna dispuso las tropas de la siguiente manera: · La división Valdés, a la derecha del Condorcunca.

* La división Monet, al centro.
* La división Villalobos, a la izquierda.
* Su artillería de 14 cañones en sitios convenientes

Según los partes de la batalla, los realistas contaban con 9,310 hombres y el ejército unido libertador con 5,580.

A las diez de la mañana se rompen los fuegos, la batalla se inicia con un fuerte ataque de las tres divisiones realistas que hacen retroceder momentáneamente a las divisiones patriotas, el general español Valdés inició las acciones atacando a La Mar, cuyo batallón casi sucumbe sino es por la intervención de los montoneros al mando del coronel Marcelino Carreño quien muere en la acción, pero logran detener a Valdés. En la segunda fase el ejército realista comete el error de bajar desde las faldas del Condorcunca en lugar de esperar a las tropas patriotas, el general Córdoba y Lara al mando de la Infantería, y el general Miller al mando de la caballería quien al grito de:

!Adelante! !Armas a Discreción! !Paso de Vencedores!

Hacen retroceder a las fuerzas españolas, desorganizándose logrando llegar hasta la mitad del Condorcunca. por su parte la Mar, que había sufrido la parte más dura de la batalla conteniendo el furioso ataque de Valdés, mantiene en firme las filas patriotas, el ataque realista por el centro, dirigido por Monet, es también contenido y luego con el empleo de la caballería patriota es desorganizado. Cuando el reloj marcaba la 1 de la tarde del 9 de diciembre, la batalla terminó en la cima del Condorcunca, con una completa victoria del ejército Libertador, cayendo el virrey La Serna herido y tomado prisionero, habiendo perdido 1,400 hombres mientras los patriotas 300.

En la noche del mismo día se discutió la Capitulación de Ayacucho, la cual fue firmada dos días después en el campo de batalla, entre el general Canterac "Encargado del mando superior del Perú" por haber sido herido y prisionero el Virrey La Serna, y el general Sucre. La misma entre otros los siguientes puntos:

* El reconocimiento pleno de la Independencia del Perú.
* La obligación del ejército realista a deponer sus armas y entregar todas sus plazas en el territorio peruano.

* El respeto de parte de las tropas peruanas y la obligación de pagarles el viaje de regreso a España.
* El respeto por las propiedades españolas que se encontraban en territorio peruano.
* El reconocimiento por parte del gobierno peruano de las deudas contraidas por el gobierno español durante la administración del Perú. Además de esto en el punto 4 de la Capitulación se establecía que cualquier persona que estaba al servicio del régimen colonial mantendría la integridad de sus derechos y privilegios.

El Perú fue generoso con la madre patria, se redactaron cuatro ejemplares de la capitulación, dos para cada una de las partes. De acuerdo a lo dispuesto en la capitulación se entregaron las guarniciones de Arequipa, Cusco, Puno y otras, aceptando la Capitulación de Ayacucho, rindiéndose y reconociendo la autoridad independiente, a excepción de dos guarniciones: La de Olañeta en el Alto Perú y la de Rodil en la fortaleza del Callao.

En homenaje a la victoria obtenida en la pampa de Ayacucho, Bolívar dispuso (decreto del 15 de febrero de 1825) que el departamento entonces llamado Huamanga se denominara departamento de Ayacucho, y la ciudad de Huamanga, capital de ese departamento, se denominara Ciudad de Ayacucho.

Las fuerzas navales españolas que eran superiores a las patriotas, aceptaron la Capitulación, retirándose del Callao abandonando los mares del Perú, ni siquiera esperaron al Virrey La Serna, quien junto con otros oficiales españoles tuvieron que embarcarse para España en un navío francés.

La resistencia del general Olañeta en el Alto Perú, de desconocer la Capitulación de Ayacucho, hizo que sus tropas se sublevaran y lo mataran en Tumusla (abril de 1825), situación que permitió el ingreso de las tropas patriotas en el Alto Perú.

En la fortaleza del Real Felipe en el Callao, Rodil al mando de un ejército de 2,200 hombres y refugiados civiles entre ellos Torre Tagle y Berindoaga, desconoció la Capitulación situación que lo obligó a soportar un asedió permanente de las tropas patriotas quienes sitiaron la fortaleza y les cortaron toda comunicación, la cual duró más de un año hasta el 23 de enero de 1826. Durante ese tiempo llegaron a alimentarse de ratas, y sufrieron muchas enfermedades, al final cuando Rodil se rindió solo legaron a salir 400 hombres en estado agónico y desnutridos.

Consolidación de la Republica

La República del Perú, libre e independiente geográficamente se situó sobre los territorios del Virreinato del mismo nombre cuando se inició en América el movimiento revolucionario independentista en 1810, este territorio comprendía las intendencias de Trujillo, Lima, Tarma, Huancavelica, Huamanga, Arequipa, Cusco, Puno, los de la comandancia general de Maynas y el gobierno de Guayaquil.


Los nuevos estados Americanos y sus asesores técnicos decidieron fijar sus fronteras basándose en dos principios:

* El Principio de Uti-Posidettis, por el cual cada país debía mantener el territorio que poseía en 1810, fecha inicio de la guerra por la Independencia Americana.
* El Principio de Libre Determinación, según el cual, el principio anterior estaba limitado por la libre elección que podría ejercer cualquier pueblo de pertenecer al país que eligiera.

A pesar de existir un gran consenso en América de estos principios, en la práctica surgieron muchas dificultades, principalmente porque en 1810, las autoridades españolas no fueron precisas cuando se trato de fijar territorios y sus límites, las diferentes autoridades existente fijaban sus territorios e influencias distintamente como las del virreinato, eclesiásticas y los de la Audiencia, las cuales no siempre coincidían. Esta situación originó que la mayoría de los nuevos Estados sudamericanos, basaran sus límites y territorios en los que les eran más convenientes como en las Audiencias y no sobre los del Virreinato.

La República del Perú, al momento de su independencia estableció su territorio teniendo en cuenta los límites del Virreinato del Perú, a los límites de las Audiencias de Lima y Cusco basados en el principio de Uti Posidettis, siempre y cuando los pueblos que lo habitaban, hubieran expresado libremente (derecho a la libre determinación) su voluntad de pertenecer o constituir la nacionalidad Peruana. El Perú respetuoso de estos principios respetó la decisión del pueblo de Guayaquil, que bajo la presión de Bolívar se incorporó a la gran Colombia. Caso contrario fue el pueblo del Partido de Jaén de Bracamoros, perteneciente a la Audiencia de Quito, que al proclamar su independencia expresó su voluntad de integrarse al Perú.

Según el reglamento dado por San Martín en Huaura y luego por disposición de la constitución de 1823, el Perú adoptó su demarcación interior en departamentos, los cuales se establecieron en base de las Intendencias virreinales y fueron los siguientes: el Departamento de LA LIBERTAD, constituido a base de la intendencia de Trujillo y además con los territorios de la comandancia General de Mainas y la provincia de Jaén; el departamento de AYACUCHO, constituido a base de intendencias de Huamanga y Huancavelica; el departamento de JUNIN, constituido a base de la intendencia de Tarma, y los departamentos de LIMA, CUSCO, AREQUIPA y PUNO, establecidos a base de respectivas intendencias. La República del Perú constituida geográficamente, limitaba con los siguientes países:

a) Bolivia

Creado el nuevo Estado y por el Tratado de Chuquisaca, el Perú cedía Tarapacá y Tacna a cambio del pueblo de Copacabana del Lago Titicaca y de la provincia de Apolobamba, sin embargo este tratado fue desaprobado por el gobierno del Perú al mando del general Santa Cruz. Más adelante Bolivia cedió al Brasil una parte del territorio que disputaba con el Perú en la Amazonía, nuestro país elevó su protesta. El Perú no tenía límites con Chile.

b) Ecuador

Cuando el Perú declaró su independencia perdió Guayaquil, ya que este territorio aunque nos pertenecía eligieron ser parte de Nueva Granada, sin embargo Jaén juró su independencia por el Perú, integrandose a nuestro territorio. En un principio el Perú no tuvo problemas con el Ecuador, ya que este estado no existía hasta 1830, con su creación han sido varios los conflictos sostenidos con este país por cuestiones limítrofes.

c) Colombia

País que pretendía Maynas, Gran Colombia, (estado federal constituido por Bolívar y que en 1830 y 1831) se desintegraría formando las repúblicas de Venezuela, Nueva Granada y Ecuador); pero por sucesivos tratados sostenidos, el Perú no aceptó sus pretensiones.

d)Brazil

Estado que fue creciendo a medida que sus colonos integraban nuevos territorios que en su mayoría estaban descuidados, los límites fijados en 1777 por el Tratado de San Idelfonso, no fue respetado por este país, y sus límites fueron creciendo, ante continuos errores de nuestra diplomacia, se cedieron territorios en el Amazonas que eran peruanos.

La costa del Perú se extendía desde Tumbes al río Loa; y por la selva hasta el río Caquetá o Yapurá, el río Yavari y el Madera. Con los acontecimientos ocurridos en Lima los días 26 y 27 de enero de 1827, terminó en el Perú la influencia extranjera (Bolivariana) y el poder pasó a manos de peruanos. Sin embargo el sistema republicano de gobierno generaría lucha entre los caudillos militares por su permanencia en el poder, y los políticos civiles se dividieron en grupos liberales y conservadores, apoyando a los caudillos militares triunfantes lo que daba fisonomía política a sus gobiernos. Por un lado los liberales querían la consagración de todas las libertades y derechos de un ciudadano y un poder ejecutivo controlado por el Congreso de la República, mientras que los conservadores aspiraban a un poder Ejecutivo fuerte y la limitación de los derechos ciudadanos.

Este período caracterizó por una inestabilidad política, pues la sucesión de los gobiernos militares por actos violentos sería frecuente, terminando en la etapa llamado anarquía militar que duró de 1842 a 1844, y que finalizó con el triunfo de Ramón Castilla, lo que significó el imperio de la ley y la constitución. De 1827 a 1844 gobernaron sucesivamente los caudillos militares José de La Mar, Agustín Gamarra, Francisco Vidal, Crisóstomo Torrico, Manuel Ignacio de Vivanco.

El Ecuador como estado independiente solo surge en 1830 como consecuencia de la disolución de la Gran Colombia. El Libertador Bolívar presionado por la campaña de oposición desatada contra su dictadura vitalicia, renunció el mando en 1830, retirándose a Santa Marta, Colombia falleciendo el 17 de diciembre del mismo año desilusionado de la obra que había realizado. El 6 de Mayo de ese año Venezuela se había separado de la gran Colombia formando un estado independiente. Pocos días después, el 13 de mayo, el Ecuador también se separó formando igualmente un estado independiente, siendo reconocido por el Perú en 1831. El resto de la gran Colombia formó otro estado independiente con el nombre de Nueva Granada (25 de Octubre de 1831). Este estado se denominó después Colombia y comprendió lo que es hoy la república de Panamá que se independizó de Colombia en 1903, bajo la protección de los Estados Unidos para la construcción del canal oceánico. En 1840, Ecuador inició una injusta reclamación al Perú de los territorios de Tumbes, Jaén y Mainas, de acuerdo al planteamiento hecho por Bolívar, enojoso y absurdo pleito que duró algo mas de un siglo.