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Principios Juridicos

La República del Perú surgió a la vida independiente, teniendo como fundamento histórico los pueblos y territorios que en el momento de la independencia formaban el Virreinato del Perú. Dos principios jurídicos sirven de sustento a este hecho grandioso que se ha denominado la constitución inicial del Perú independiente: El Principio de Uti-Possidetis y el de Libre Determinación.


Los nuevos Estados americanos que nacieron a la independencia decidieron fijar las fronteras entre sus países basándose en dos principios:

* El principio del Uti-Posidetis. Según el cual cada país debía mantener el territorio que poseían en 1810, fecha en la que se iniciaron las guerras de la independencia.
* El principio de la Libre Determinación, el cual dictaba que el principio anterior de posesión, estaba limitado por la libre elección que cualquier pueblo podría hacer acerca del país al cual deseaba pertenecer. Si, por ejemplo, la provincia de Jaén (que pertenecía a Quito) prefería pertenecer al Perú, se debería respetar esta decisión.

Todo pueblo que rompe sus lazos con la antigua metrópoli dominadora o Estado dominador, tiene el libre derecho de expresar su opinión para constituir su nueva nacionalidad. Este derecho fue ejercido por el pueblo del Perú, como así lo ejercieron los demás pueblos americanos cuando consiguieron el triunfo de la guerra emancipadora. El ejercicio de estos derechos se fundamenta en dos principios jurídicos que han servido de norma para la constitución de los nuevos Estados americanos: EL DE LA LIBRE DETERMINACION DE LOS PUEBLOS o SOBERANIA DE LOS PUEBLOS EMANCIPADOS, para constituir su nacionalidad, y el del UTI POSSIDETIS para la delimitación de su territorio.

El derecho de la Libre Determinación de los pueblos lo ejerció el pueblo del Perú en el momento de liberarse de la dominación española y pasar del virreinato a la República, expresando libremente su determinación de construir una nueva nacionalidad que fue el PERU independiente. Así lo dicen las Actas de independencia de los pueblos de Ica, Tarma, Huánuco, Supe, Trujillo, Lambayeque, Piura, Tumbes, Moyabamba, Jaén, Lima, etc. En realidad, todos los pueblos que integraron el Virreinato del Perú expresaron su voluntad de construir la nación peruana, libre e independiente, con una sola excepción: el de Guayaquil, fue presionado por Bolívar, determinó constituir la Gran Colombia. Caso inverso fue el del pueblo de JAEN de BRACAMOROS que había integrado en los días de la colonia la Audiencia de Quito, en el actual departamento de Cajamarca, hasta que el 4 de junio de 1821, solemnemente pidió formar parte del Perú en todos los aspectos de su vida republicana.

El derecho de posesión del territorio de las nuevas naciones se fundamenta en el principio del Uti Possidetis. Es la aplicación a la realidad americana de un principio del Derecho Romano en virtud del cual se acordaba por el Pretor la continuación de la posesión hasta la determinación del litigio. La fórmula del Pretor era: uti possidetis, ita possideatis (como poseéis, así poseereís). Aplicado al Derecho Internacional americano, significa que se reconocía a las nuevas naciones el estado posesorio de los territorios que tenían cuando eran colonias. Por acuerdo de los líderes del movimiento emancipador y políticos de estos países, se terminó por aceptar en forma general, que este estado posesorio colonial debía de referirse al momento en que se inicia la lucha por la independencia, esto es, el año de 1810, aunque en casos muy especiales se han referido "al término de la independencia" El principio del Uti Possidetis está subordinado al de la Libre Determinación por el cual se constituyeron las nacionalidades. Casos ha habido en los litigios de límites, en que un Estado ha reclamado absurdamente territorios cuyos habitantes expresaron libremente su voluntad de formar parte de otro Estado. Consentir esto hubiese significado contradecir la obra de los libertadores.

En la aplicación del Uti Possidetis se ha hecho una distinción entre lo que se denomina el Uti Possidetis jure y el Uti Possidetis facto. Según lo primero, los Estados tienen derecho al territorio que les pertenecía en 1810 según los títulos coloniales, es decir según la delimitación hecha por el Rey de España y vigente en 1810. Según lo segundo, los Estados tienen derecho al territorio que ocupaban sus habitantes y no al que señalaban sus títulos.

Frontera con Brazil

Reseña Historica

La primera frontera que logró delimitar el Perú fue con el Brasil. La demarcación y determinación de los límites del Perú con el Brasil, tuvieron sus inicios en las discusiones que sostuvieron España y Portugal de los territorios que ocupaban cuando descubrieron América. Estas discusiones fueron sometidas al arbitraje del Papa Alejandro VI, llegándose a firmar el Tratado de San Ildefonso en 1777. Posteriormente Brasil reclamó la caducidad del tratado, que según ellos tenía sólo carácter de preliminar. En el año de 1827 el Perú propuso al Brasil un arreglo de límites, pero fue en 1841 que se firmó un Tratado de Paz, Amistad, Navegación y Comercio. Los firmantes fueron el Ministro peruano don Manuel Ferreyros y el Ministro brasileño Duarte Da Ponte Ribeyro, documento que no fue ratificado, habiéndose suscrito diez años después, el 23 de Octubre de 1851, la CONVENCION FLUVIAL DE COMERCIO Y NAVEGACION que resultó ser también un parcial acuerdo de límites celebrado entre el Ministro de Relaciones Exteriores don Bartolomé Herrera por el Perú y Da Ponte Ribeyro por el Brasil siendo Presidente de la República el General don Rufino Echenique. En dicho documento se consideraron las siguientes cuestiones:

* El Comercio y en tránsito libre de las mercaderías de ambos países a través de los ríos especialmente el Amazonas.
* La prohibición del comercio de esclavos.
* La fijación de una línea de fronteras comprendiéndose como bases las riberas de los ríos Tabatinga, Yapurá, en su frecuencia con el Apaporis y el río Yavarí, desde su confluencia con el Amazonas.
* El nombramiento de una comisión Mixta con facultad de proponer cambios en los territorios en arreglo.

Estos acuerdos resultados de la gestión diplomática, fueron atacados duramente porque en ellos se reconocía al Brasil territorios comprendido entre las grandes extensiones de las riberas del río Caquetá y del Amazonas, así como los ribereños de los ríos Apaporis y Tabatinga lo que dio lugar a posteriores replanteamientos.

En cuanto a la libertad completa del Perú a la navegación a todo lo largo del Amazonas y del Brasil en los ríos peruanos, se logró en otra Convención Fluvial que se firmó el 22 de Octubre de 1858.

El auge de la industrialización del caucho, fue en realidad el gran incentivo que determinó a los caucheros brasileños a penetrar en la amazonía peruana, incursionaron en territorios del Alto Yurúa y el Alto Purús, lo que desencadenó manifestaciones violentas entre los caucheros de ambos países. A esta situación se sumó que desde 1898 se habían establecido puestos oficiales del gobierno peruano en esas zonas y frente a ellas, en los lugares más bajos de la selva, oficinas del gobierno del Brasil, que tenía el control de los derechos sobre la venta de la goma, lo que provocó frecuentes rozamientos de diversos grados de intensidad, hasta que en 1904, el Brasil, desconociendo tratados anteriores que permitían a ambos países la libre navegación y el comercio, en un acto de arbitrariedad, prohibió, el 6 de Mayo, el tránsito de armas destinadas al Perú, que llegaban por la vía del Amazonas. Nuestra Cancillería protestó y entre tanto se produjeron acciones bélicas como:

* La acción de armas de Amuheya, en el Alto Yurúa, cuando los brasileños atacaron a la guarnición peruana, pero fueron valerosamente rechazados por los soldados al mando del Sargento Primero Francisco Bartet.
* El ataque a la pequeña guarnición peruana del mismo lugar el 4 de Noviembre de 1904, defendida por el Capitán Manuel Ramírez Hurtado; ataque que, por agudizarse la lucha, obligó a intervenir a los representantes diplomáticos, que llegaron a los siguientes planteamientos:

a) El Protocolo Velarde-Río Branco

Llamado así por haberse firmado entre el Ministro Plenipotenciario del Perú en Río, don Hernán Velarde, y el Ministro de Relaciones Exteriores del Brasil, Barón José María da Silva Paranhos de Río Branco, y que dió paso a negociaciones que duraron cinco meses; sin embargo las conversaciones se extendieron hasta la firma del TRATADO DE LIMITES, COMERCIO Y NAVEGACION EN LA CUENCA DEL AMAZONAS, que se firmó el 8 de Setiembre de 1909. Por este documento se consideró:

1.- La ratificación del principio de amplia libertad de tránsito tanto por tierra como por la vía fluvial en los ríos dentro de la zona fronteriza.

2.- El establecimiento de una Comisión Mixta para la demarcación de los límites.

3.- La detención de la carrera expansionista del Brasil, que amenazaba con llegar hasta el Ucayali, tal como lo sostuvo el Ministro de Relaciones Exteriores del Perú don Melitón Porras, cuando tuvo que enfrentarse a las polémicas que se suscitaron por haber reconocido el Perú las posesiones de facto del Brasil.

La determinación definitiva de los límites entre ambos países, estableció la demarcación al sur de Yavari y reconoció "el principio de la más alta libertad de tránsito terrestre y navegación fluvial para ambas naciones así como que "los buques peruanos destinados a la navegación en esos ríos comunicaran libremente con el Océano Atlántico por el Amazonas". Según dicho tratado, la frontera al sur de Yavari es la siguiente:

* A partir de la naciente del Yavari, el divortium aquarium o línea divisoria de las aguas entre el Ucayali y el Yurúa, hasta encontrar el paralelo de la boca (desembocadura) del río Breu en el Yurúa (9º24' 42'').
* El paralelo de la boca del río Breu y el Breu mismo hasta su cabecera principal (origen).
* La línea divisoria de las aguas entre el alto Yurúa, al oeste de las que van para el mismo río al norte, pasando la frontera entre las cabeceras de los ríos Piqueyacu y Tarahuac, hasta encontrar el paralelo de los 10º.
* Continua por el paralelo de los 10º hacía el este y por la división de las aguas entre el Río Embira (Brasileño) y el Río Curanja (Peruano), hasta encontrar la naciente, cabecera u origen del río Santa Rosa.
* El río Santa Rosa hasta su confluencia con el Purus.
* Remonta el río Purus hasta su confluencia con el río Shambuyacu.
* El río Shambuyacu hasta su origen, y el meridiano de su nacimiento hasta encontrar el paralelo de los 11º.
* Desde el paralelo de los 11º hasta encontrar el origen del río Acre, y por el álveo de este río hasta encontrar el arroyo Yaverija, en donde comienza la frontera con la Bolivia.

La frontera al sur del Yavari no fue tocada por desconocerse totalmente esas regiones. La frontera que estableció esta Convención al Norte de Tabatinga, ha quedado modificada por el tratado con Colombia en 1922.

Frontera con Bolivia

La segunda frontera que le tocó delimitar al Perú fue con Bolivia, también con este país se produjeron problemas limítrofes que tuvieron relación con el auge del caucho porque reclamaba la pertenencia en las inmediaciones de la cuenca del Purús. A raíz de estos acontecimientos se llevaron a cabo continuas negociaciones diplomáticas, se llegaron a realizar dos tratados; el primero se ocupó de la frontera del lago Titicaca (río Suches) al sur, y el segundo del mismo sitio del norte.

En 1902, entre el 23 de Setiembre y 30 de Diciembre se firmaron los Tratados relativos a la demarcación y otro al arbitraje para el arreglo final de la cuestión de límites. En dichos actos diplomáticos, el Canciller boliviano don Eleodoro Villazón y el Canciller peruano don Felipe Osma firmaron un documento que en lo referente a la demarcación consideraba lo siguiente:

* La división de la frontera de Perú y Bolivia en zona fluvial y en zona terrestre.
* La zona terrestre estaba comprendida entre el límite con Chile y el río Suches.
* La zona fluvial, tenía la comprensión del norte del río Suches, hasta el límite con el Brasil.

Este último punto fue materia de discusión, ya que Brasil disputaba a Bolivia, la rica zona cauchera, por lo tanto se acordó someterlo al arbitraje de la Argentina, que aceptó. El Perú expuso su alegato por intermedio del distinguido diplomático Dr. Víctor M. Maúrtua, y el 9 de Julio de 1909, la Argentina, en la persona de su Presidente, Dr. Figueroa, hizo pública la expedición del Laudo Arbitral, que no aceptó en su integridad la propuesta peruana en cuestión de demarcación, primando el criterio de equidad.

Como esta resolución no llenaba las aspiraciones expansionistas de Bolivia, fue rechazada; especialmente el pueblo expresó su disgusto mediante manifestaciones que iban contra el Perú y la Argentina, llegando el ambiente a hacerse tan tenso, que Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Argentina; además la guerra con el Perú parecía inminente, estando nosotros en difíciles circunstancias internacionales con Chile por la realización del plebiscito de Tacna y Arica.

Afortunadamente no se llegó al extremo de la guerra, reanudándose las conversaciones con la intención de lograr una modificación del laudo arbitral, haciéndose efectivo el 17 de Setiembre de 1909 con la firma del Tratado de Rectificación de Fronteras, en el que actuaron el Ministro Plenipotenciario peruano Dr. Solón Polo y el Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia Dr. Daniel Sánchez Bustamante. Por ese Tratado, que la historia conoce con el nombre de Tratado Polo-Bustamante, se fijaron las fronteras en la siguiente forma:

* La línea de demarcación de fronteras debía partir del lugar en que los límites coincidían con el río Suches.

* Cruzar la línea del lago del mismo nombre y dirigirse por los cerros Palomani-Tranca y Palomani-Kunka, pico de Palomani y cordillera de Yagua Yagua.

* Luego, tomar el rumbo por las cordilleras de Huajra, de Lurini y de Ichocorpa siguiendo la línea de división de aguas entre los 14 grados de latitud sur, para luego avanzar hasta encontrar en el mismo paralelo el río Mosoj-Huaico o Lanza.

* Continuar por el río Lanza hasta su confluencia con el Tambopata, llegando la frontera a encontrarse con la cabecera occidental del río Heath.
* Seguir el curso del río Heath aguas abajo, hasta encontrar el río Amarumayu o Madre de Dios.
* Desde la confluencia del río Heath con el Madre de Dios, se trazaba una línea geodésica, que partiendo de la boca del Heath, fuera al occidente de la barraca Illampu sobre el río Manuripe, quedando esta propiedad del lado de Bolivia, siguiendo la frontera hacia la confluencia del arroyo Yaverija con el río Acre.
* Quedaban de propiedad definitiva y perpetua para Bolivia, todas las tierras situadas al oriente de dichas líneas.
* Quedaban de propiedad definitiva y perpetua para el Perú, los territorios al occidente de las mismas.

En 1910, la situación con Bolivia volvió a tornarse violenta al producirse el combate de Guayabal, a orillas del río Manuripe en la frontera con Bolivia. Allí fue defendida heroicamente hasta la muerte por el Sargento Carlos Zela y el Teniente Alejandro Acevedo. Después de conocido el hecho en Lima, se produjeron manifestaciones, expresando el repudio al acto violatorio de fronteras, causando una crisis política en el Perú; pero al final fue resuelto el conflicto con la firma del Protocolo Leguía y Martínez-Fernandez Alonso, el 30 de Marzo de 1911, actuando como representantes de ambos países, el Ministro de Relaciones peruano don Germán Leguía y Martínez y el Ministro boliviano don Severo Fernández Alonso. Mediante este documento, se consideró:

* La resolución de dificultades que podrían derivarse de la realización del Tratado de Límites de 1909.
* El mutuo acuerdo, para someter las diferencias que se derivaron del incidente de Guayabal, al arbitraje del Tribunal Internacional de La Haya.

Del río Suches hacia el Sur, la frontera de acuerdo al Tratado de 1902 (y al Protocolo de 2 de Junio de 1925) es la siguiente:

* De la confluencia del arroyo Pachasili con el río Suches, continúa la frontera hasta la bahía de Coccahui, en el Lago Titicaca.
* Una línea irregular que atraviesa el Lago Titicaca y la Península de Copacabana hasta el Desaguadero. (Aquí hubo necesidad de un acuerdo rectificatorio que se firmó en La Paz el 15 de Enero de 1932).
* Continúa por una línea estipulada según la tradicional propiedad de las comunidades de uno y otro país, hasta la confluencia del río Maure con el Ancomarca, en donde principiaba la frontera de los territorios entonces ocupados por Chile. Entre la mencionada confluencia y el actual término de la frontera con Chile, no existe frontera establecida por tratados sino una de facto.

Frontera con Colombia

Después de los problemas surgidos con Colombia en el siglo pasado, volvieron a surgir discrepancias con este país cuando colaboró con el Ecuador para frustrar el arbitraje del Rey de España, en el litigio que manteníamos con el gobierno ecuatoriano. Para solucionar estos nuevos problemas fronterizos, se firmó un Tratado el 6 de Mayo de 1904 entre el Canciller peruano don José Pardo y el Plenipotenciario colombiano don Luis Tanco Argáez, por el que se comprometieron ambos países a someterse al arbitraje de España sobre fundamentos del derecho y equidad, de acuerdo a las conveniencias de las Altas Partes Contratantes; a pesar de estos acuerdos la Cancillería colombiana no las aprobó, aduciendo que su representante había procedido sin las debidas instrucciones de su gobierno. En respuestas el Perú con la finalidad de arreglar diferencias y buscar la armonía y la paz, logró que se firmaran los siguientes documentos:

* EL TRATADO ARBITRAJE GENERAL DE 12 DE SETIEMBRE DE 1905, Entre el representante peruano don Hernán Velarde y los colombianos don Chímaco Calderón y don Luis Tanco Argáez.
* EL TRATADO DE ARBITRAJE Y LIMITES, Sometiendo a la cuestión de apreciación de fronteras al arbitrio de su Santidad el Sumo Pontífice Romano.

* UN MODUS VIVENDI, que consideró al río Putumayo dividido en dos zonas: la peruana al sur, es decir en la margen derecha, entre los ríos Cobuya y Catuhé; y la colombiana a la margen izquierda, o sea al norte.

Sin embargo el Perú no aprobó esta Convención Arbitral General hasta que fue necesario plantear lo siguiente:

* MODUS VIVENDI, que se firmó el 6 de Julio de 1906 en Lima, mediante el cual ambos países acordaron: Retirar del Putumayo y sus afluentes las guarniciones, aduanas, autoridades civiles y militares que estaban destacadas en esos puestos de avanzada, mientras se resolviera el problema de los límites sometidos al arbitraje, puesto que ya había sido aprobado.

Las negociaciones de límites, siguieron sobre la base de los arreglos anteriores, pero inexplicablemente Colombia, desconociendo los acuerdos diplomáticos, envió dos expediciones hacia el lugar llamado LA PEDRERA a inmediaciones de la orilla derecha del río Caquetá, en donde estableció una Aduana fortificada en Puerto Córdova, violando el Modus Vivendi que se había firmado en 1909.

Esta actitud incomprensible de Colombia originó una situación tensa, originando:

a) El Combate de Caquetá

El Perú respondió a la actitud de demostración de fuerza de Colombia, movilizando al Batallón No 9 de Infantería acantonado en Chiclayo, que contaba con más de trescientos efectivos, bajo la dirección del Comandante Oscar R. Benavides. El batallón avanzó por la rutas de Cajamarca, Chachapoyas, Moyobamba, Balsapuerto, llegando a Iquitos, en donde se embarcaron en varias lanchas dirigiéndose al lugar del conflicto. Colombia al tener conocimientos de la movilización de tropas peruanas, organizó otra expedición al mando del General Neyra, pertrechada para la guerra. Esta situación de comienzos de un conflicto bélico, obligó a los Cónsules de ambos países que se hallaban en Manaos, a realizar gestiones para evitar la lucha y el derramamiento de sangre, solicitaron a sus respectivas Cancillerías que ordenaran la detención de ambas expediciones. Esto se cumplió en un primer momento y el 19 de Julio de 1911 se firmó en la ciudad de Bogotá, un Modus Vivendi, en cuyo acto intervinieron los plenipotenciarios Olaya Herrera-Tezanos Pinto, los que reconocieron:

* El puesto colombiano que se hallaba en la Pedrera en el río Caquetá.
* Colombia reconoció a su vez los establecimientos peruanos en el río Caquetá.
* Colombia reconoció a su vez los establecimientos peruanos en el río Putumayo.
* Colombia se comprometió a no atacar a las guarniciones peruanas en las riberas del Putumayo.

A pesar de estos esfuerzos para evitar el enfrentamiento y el derramamiento de sangre en Caquetá se llegó al combate, habiéndose desarrollado las acciones de la siguiente manera:

La expedición peruana al mando de Oscar R. Benavides llegó a la Pedrera el 10 de julio, procediendo como acto seguido a notificar a los Generales colombianos José Isaías Gamboa y Gabriel Valencia, al mando de las tropas cuyos efectivos pasaban de doscientos más hombres de poblaciones selvícolas de las tribus de los huitotos, para que desocuparan el puesto de Caquetá, dándoles toda clase de garantías y facilidades para su traslado. El pedido del general peruano no obtuvo respuesta, deseando evitar el enfrentamiento Benavides hizo un segundo requerimiento, recibiendo en cambio un intenso tiroteo de las líneas colombianas. Esta situación obligó a los peruanos a realizar una riesgosa maniobra de desembarco, avanzaron con la lancha cañonera "América" en medio del nutrido fuego del enemigo, a pesar de sufrir un gran número de bajas entre muertos y heridos en las que destacaron las hábiles y heroicas maniobras del Teniente Manuel Clavero y del Ingeniero de máquinas Juan M. Runcinam, logró desembarcar el Batallón peruano, esta acción de arrojo y valentía hizo que los colombianos huyeran hacia la zona boscosa, dejando a su paso armamentos y demás pertrechos de guerra. El conflicto terminó a las 5 de tarde, en el campo de batalla se izó el pabellón Peruano. En este combate, sufrimos la caída de los Tenientes César A. Pinglo y Alberto Berguerie, y se recuerdan al Mayor Manuel Ramírez Hurtado y el Comandante de la "América" Manuel Clavero, al lado de numerosos soldados del Batallón No 9 que tomó en recuerdo de esa hazaña el nombre de "Caquetá" y recibió la condecoración de la orden de Ayacucho.

El Perú siempre respetuoso de los convenios diplomáticos, procedió a desalojar las tropas peruanas de la Pedrera, porque con anterioridad había sido reconocida como posesión colombiana; además procedió con toda nobleza a devolver los trofeos de banderas y armas capturadas en la lucha, así como a los prisioneros de guerra.

Las negociaciones diplomáticas siguieron constantes, para del logro de una solución que mediante demarcación de fronteras llegará a concretar la armonía y el respeto de los derechos de ambos países. Producto del esfuerzo promovido por el Perú el 24 de marzo de 1922, se firmó un Tratado de Límites, entre le ministro de Colombia acreditado en Lima don Fabio Lozano Torrijos y el canciller del Perú don Alberto Salomón Osorio durante el gobierno de don Augusto B. Leguía. Este tratado basó las líneas de frontera en el río Putumayo y en la configuración de los límites se creó un trapecio dentro del cual estaba incluida la población de Leticia que pasó a Colombia. A cambio de ello recibimos la zona triangular de San Miguel Sucumbios.

La frontera impuesta por el gobierno de Leguía y sus seguidores, corría a la siguiente descripción:

* Desde un punto del álveo del río Putumayo, situado frente a la desembocadura del río Güepi; por el citado álveo, el río Putumayo aguas abajo, hasta el punto de confluencia del río Yaguas en el Putumayo; de allí una línea geodésica que en este extremo tiene un rumbo verdadero de 32º 34'14" O.S.W-, hasta el punto donde la geodésica intercepta el río Yaguas; sigue por la orilla derecha del río Yaguas, hasta donde la geodésica la corta y se separa francamente del curso del río; continúa en línea recta hacia la desembocadura del río Atacuari en el brazo del Tigre en el Amazonas; continua por el thalweg del "Brazo Tigre" y del río Amazonas; Amazonas, hasta el punto tripartito de las fronteras entre Perú - Colombia - Brasil, frente a la quebrada San Antonio en el citado río Amazonas.

NOTA .- Por Acta Nº 04 del 11 de noviembre de 1929 se acordó cambiar el álveo por el thalweg. El Jefe de la Comisión Peruana expresó...también propone, de acuerdo con la facultad que le concede el artículo 3º del Tratado, fijar como línea en el río Putumayo el álveo mismo de este río, en lugar del thalweg debiendo formar parte integrante de cada país las islas adyacentes a las respectivas márgenes .....El Jefe de la Comisión Colombiana declaró.....que aceptaba la propuesta de su colega, el Jefe de la Comisión Peruana, en lo que respecta a la sustitución de la línea del thalweg en el río Putumayo por la línea del álveo del mismo río.

El Tratado SALOMON-LOZANO, seccionó parte de nuestro territorio peruano, la ciudad peruana de Leticia pasaba al país vecino, se cambio la nacionalidad de muchas personas cerca de 17,000 peruanos cambiaron de nacionalidad sin haberles consultado. Entre los territorios cedidos se encontraban la zona baja del Putumayo y el Caquetá y sobre todo el TRAPECIO AMAZONICO, otorgando una salida al Amazonas a Colombia.

Este tratado tuvo detractores y se sucedieron constantes observaciones bastante graves por parte de ambos países; protesta de los internacionalistas peruanos que afirmaban que se había cedido a Colombia gran extensión entre los ríos Caquetá y Putumayo, así como la salida libre al Amazonas, motivando una fuerte oposición para la ratificación del tratado, logrando conseguirse sólo por la presión ejercida del Ejecutivo al Congreso, aprobándose en la sesión del 20 de diciembre de 1927.

La oposición parlamentaria de 1931 consiguió con mayoría de votos de ambas Cámaras, que el Tratado Salomón Lozano sea revisado, a esto se sumo que un numeroso grupo de peruanos residentes en Leticia, pidieron ser escuchados en sus demandas de revisión y anulación de dicho Tratado y poder ser reintegrados a la nacionalidad peruana. Al no poderse solucionar estos impases, se llegaron a producir hechos de protesta y levantamientos: Un grupo de habitantes en Leticia, que pedían su reintegración al Perú, en coordinación con los pobladores de Caballococha y de loretanos que estaban sirviendo en la guarnición de Chimbote, tomaron en forma pacífica el puerto fluvial de Leticia el 1 de Setiembre de 1932, colocando al Perú, al borde de la guerra. Esta situación obligó al gobierno peruano a realizar conversaciones con Colombia, pero sin éxito. Colombia movilizó sus tropas en las fronteras peruanas y de igual forma las tropas peruanas se concentraron en Tarapacá, en las riberas del Putumayo en Güepi, Pantoja, Puerto Arturo y otros lugares. Este posible conflicto obligó a la intervención de la Liga de las Naciones, se produjo el primer choque armado en el Puerto Meléndez en donde resultó muerto un Sargento colombiano que fue magnificado como héroe, creciendo la agitación contra el Perú y el deseo de vengar la muerte del caído. La situación se complicó por los avances y encuentros de la marina y de la aviación de ambos países, entre ellos el combate de Güepi el 26 de marzo de 1932 que duró ocho horas destacando el valor y heroísmo del Sargento peruano Fernando Lores, el Cabo Alberto Reyes y los Soldados Alfredo Vargas y Reynaldo Bartra. Al fin Güepi cayó en poder de Colombia. El conflicto fue llevado a la Liga de Naciones en Ginebra, en donde se llegó al arreglo definitivo en la Conferencia de Río de Janeiro entre 1933 y 1934 y firmándose un Protocolo el 24 de mayo de 1934, que restableció la paz en ambos países, de acuerdo a la aprobación y aceptación del gobierno del Perú y Colombia del arbitraje del Señor Sean Lester, Presidente de la Liga de Naciones, a nombre de dicha institución.

Frontera con Chile

El cuarto país con el cual definimos nuestra frontera fue Chile. Los primeros intentos de arreglos con este país fueron las conferencias que se llevaron a cabo con la intervención del gobierno norteamericano abordo del barco "Lackawanna" anclado en la bahía de Arica. Participaron en esta reunión los delegados de los países en guerra, por el Perú don Antonio Arenas y Aurelio García y García; por Bolivia don Juan C. Carrillo y don Mariano Bautista; por Chile don Elogio Alamparon, don José Francisco Vergara y don Eusebio Lillo; y el Ministro norteamericano acreditado en Lima Sr. Christiancy, así como el que estaba acreditado en Santiago, Sr. Osborn.

Las reuniones se llevaron a cabo los días 11, 25 y 27 de Octubre de 1880, en las cuales los países presentaron fórmulas de arreglo al conflicto :

a) Chile sostuvo:

* La entrega de la zona del litoral de Bolivia.
* La cesión de Tarapacá.
* El pago por el Perú y Bolivia de veinte millones de pesos por concepto de indemnización.
* La devolución del transporte "Rímac".
* La anulación del Tratado Secreto de Alianza con Bolivia.
* La ocupación de Moquegua, Tacna y Arica por las fuerzas chilenas hasta el cumplimiento total de sus demandas.
* El rechazo al arbitraje de los EE.UU. de Norte América.

b) El Perú sostuvo:

* La intangibilidad territorial.
* La negativa por imposibilidad de pagar la indemnización a Chile.
* La entrega del arbitraje a los EE.UU. de Norte América.

El Perú rechazó las desmesuradas pretensiones de Chile, fracasando estas primeras negociaciones lo que hizo que la guerra continuara, los chilenos habían destruido la Escuadra peruana y venciendo la línea de las defensa de tierras en San Juan, Chorrillos y Miraflores, ocuparon Lima. Posteriormente en varias oportunidades, durante el desarrollo de la guerra, se continuó tratando de conseguir la paz, hasta que se efectuó el Tratado de Ancón cuya redacción se hizo en el balneario del mismo nombre, siendo firmado en Lima el 20 de Octubre de 1883, entre don Jovino Novoa por Chile y don José Antonio de Lavalle y don Mariano Castro Saldivar por el Perú. Por este Tratado se acordó:

* La cesión a Chile en forma incondicional y perpetua de la Provincia de Tarapacá, comprendiendo la quebrada y el río Camarones por el norte; la quebrada y el río Loa por el sur; la república de Bolivia por el este, y el Océano Pacífico por el oeste.
* La entrega a Chile de Tacna y Arica por el término de 10 años, sobre las bases de los límites del río Sama hasta la quebrada de Camarones al Sur.
* La realización de un plebiscito al término de los diez años, para que Tacna y Arica decidieran su nacionalidad.
* El pago por el Perú de la suma de diez millones de soles por concepto de indemnización a Chile.

Después de este injusto Tratado, como refiriera el General Cáceres: "Fue una paz implorada de rodillas", el ejército de ocupación abandonó Lima, dejando algunos enfermos en los hospitales y quedando tropas en Miraflores, Barranco y Chorrillos, además de las que todavía permanecían en la sierra: Chosica, Tarma y Ayacucho; hasta que al final abandonaron el Perú en Agosto de 1884.

Al cumplirse los diez años del plazo para la realización del plebiscito, éste no se llevó a cabo y en 1894, siendo Presidente de la República el Coronel Remigio Morales Bermúdez, hizo grandes esfuerzos sin conseguirlo, ya que Chile alegaba que existía un Protocolo complementario del Tratado, que no había sido firmado, en el que se consideraba:

"Que Chile podía mantener su ejército en el lugar del Perú, que le conviniera comprometiéndonos nosotros a subvencionar todas las necesidades de dichas fuerzas de ocupación".

El Perú rechazó tan humillante condición; pese a las dificultades que hacía surgir Chile, para evitar el plebiscito. Durante el gobierno de don Nicolás de Piérola, se reiniciaron los tratos para hacer cumplir las cláusulas del Tratado de Ancón, pero estos fracasaron.

Durante el tiempo que Chile ocupó Tacna y Arica, intensificó su campaña de hostilidades contra el Perú, expulsando a los maestros, a los curas y a los que se les daba plazos de cuarenta y ocho horas por ser difusores del sentimiento de amor y fidelidad al Perú; de ellos dice el Dr. Basadre: " Acaso el más arrojado y elocuente fue el Vicario de Arica J. Vitaliano Berroa y con análogos merecimientos Monseñor Juan Gualberto Guevara, quien más tarde llegó a ser Arzobispo del Perú". Además separaron a todo peruano que consideraban influyente en la formación de la juventud; de igual manera procedieron a clausurar muchas escuelas peruanas hospitalizando de tal modo a la población que llegaron al extremo de prohibir las celebraciones de efemérides peruanas, así como despliegue de la bandera, que sólo era prohibida en el interior de los hogares, asimismo se había decretado la prohibición de entonar el Himno Nacional.

También hubo maltratos y despidos de trabajadores peruanos que laboraban en el Puerto de Arica y además clausura de todas las iglesias de Tacna y Arica. En los años de 1908 y 1909 se extremó esta campaña que se llamó de "chilenización". Sin embargo las poblaciones de Tacna y Arica realizaban verdaderos esfuerzos patrióticos por mantener la lealtad al Perú, estos se manifestaban a través de periódicos y libros, destacándose en esta labor periodistas como José María Barreto; poetas como Víctor Mantilla, José Corvacho y Federico Barreto, que alentaron al pueblo en el recuerdo permanente de la Patria; pero por sobre todas las cosas, fue notable la sostenida campaña del amor al Perú por las mujeres tacneñas que fomentaron en sus hijos los sentimientos de la profunda raíz peruana de su pueblo, contrarrestando durante muchos años la campaña de odio y el esfuerzo de chilenización al que fueron sometidos los niños y jóvenes de las poblaciones cautivas de Tacna y Arica.

El 8 de setiembre de 1908, el Perú inauguró la Cripta de los Héroes caídos en la guerra del Pacífico, en el cementerio "Presbítero Maestro" de Lima; en esa ceremonia se produjo el llamado "Incidente de la corona", porque el Ministro chileno don Miguel Echenique Gandarillas, ofreció a nombre de su gobierno una corona de bronce, para ser colocada en el santuario patriótico. El Canciller peruano don Melitón Porras, a nombre del Perú rechazó dicho presente, terminando el incidente con el retiro el embajador chileno con la consiguiente ruptura diplomática con el país del sur.

Chile, mientras tanto expidió leyes destinadas a hacer grandes inversiones en la zona de Arica tendientes a cambiar la opinión entre los pobladores a su favor.

En 1910, se produjo la protesta peruana por los abusos que se cometían en las provincias ocupadas y por la constante negativa de Chile para cumplir el Tratado y que a la vez se manifestó con el retiro de nuestro embajador en Santiago. Los acontecimientos del final de la primera guerra mundial influyó en el criterio del gobierno peruano, sobre todo con el espíritu que animó el Tratado de Versalles que puso término a la conflagración mundial, condenando entre otras cosas los acuerdos y tratados realizados por compulsión violenta del vencedor, así como la condena a las guerras de conquista, planteamientos aprobados por todos los países del mundo; sirviendo de base para que el Perú pronunciara el desconocimiento del Tratado de Ancón. A pesar de ello se volvió a retomar los arreglos, y el presidente Leguía sostuvo la necesidad de someter el problema al arbitraje de los EE.UU. de Norteamérica, cuyo Presidente, Señor Calvin Coolidge, emitió el fallo Arbitral de 4 de Marzo de 1925, considerando como "indispensable la realización del plebiscito que decidiera la suerte de Tacna y Arica". El Presidente Leguía y su Ministro de Relaciones Exteriores don Alberto Salomón Osorio, tuvieron que aceptar el laudo y preparar al país para el plebiscito. Con la participación de EE.UU. de Norteamérica quién nombró al general John J. Pershing para que estuviera al frente de la Comisión del plebiscito, la que se instaló en Arica en agosto de 1925. El general Pershing se dio cuenta de la coacción ejercida por Chile en Arica, con la clausura de los órganos de expresión y de todo medio de comunicación unido a ello a las evidentes pruebas de la persecución chilena, lo cual hizo cambiar la actitud de Pershing, quien junto con la comisión llegó a la conclusión de que era imposible efectuar el plebiscito en forma libre; de igual forma procedió su sucesor del General William Lassiter, quien también descubrió vicios en los padrones redactados para el plebiscito, en ellos se habían escandalosamente aumentado nombres de residentes en Tacna de residentes chilenos de Arica, direcciones falsas y otros documentos cuya identidad se ponía en duda. La Comisión se retiró el 21 de junio de 1925, lo mismo que la delegación peruana integrada por los Drs. Angel Gustavo Cornejo y Emilio Valverde. Posteriormente al reanudarse las conversaciones, el Perú nombró una nueva Comisión presidida por el diplomático peruano don Manuel Freyre de Santander y como Asesores don Alberto Salomón Osorio, don Anselmo Barreto y don Manuel María Forero. EE.UU. de Norteamérica que volvió a intervenir, con la participación de su Secretario de Estado Dr. Frank Kellogg, cuyas opiniones de dividir territorialmente Tacna y Arica o de conformarlas dentro de un Estado neutral, fueron rechazadas y los tacneños heroicamente siguieron defendiendo la integridad peruana de su suelo. El 3 de junio de 1929 se suscribió el Tratado entre el Canciller peruano Pedro José Rada y Gamio y el plenipotenciario chileno don Emiliano Figueroa Larraín.

Este Tratado consideró los siguientes aspectos:

* La línea divisoria que se constituye en la frontera entre Perú y Chile partirá de un punto de la costa, que se denominará "Concordia" distante diez kilómetros del puente del río Lluta, para seguir hacia el oriente, paralela a la vía de la sección chilena del ferrocarril de Arica a la Paz, con las inflexiones necesarias para utilizar la demarcación de los accidentes geográficos que permitan dejar en territorio chileno las azufreras del Tacora y sus dependencias.
* Pasando luego por el centro de la Laguna Blanca en forma que una de sus partes queden en el Perú y otra en Chile.
* Chile cede a perpetuidad todos sus derechos sobre los canales de Uchuzuma y del Mauri llamado también "Azucarero". · Se acuerda el nombramiento de una Comisión Mixta para fijar y señalar los hitos de las fronteras.
* Chile se compromete a construir a su costo un malecón para facilitar el atraque de barcos de gran calado en la bahía de Arica y que sea puesto al servicio del Perú.
* Chile se compromete a la construcción de una Agencia Aduanera y una Estación Terminal para el ferrocarril a Tacna.
* Los hijos de los peruanos nacidos en Arica conservarán la nacionalidad de sus padres hasta llegar a la mayoría de edad (21 años) en que podrán adoptar su nacionalidad definitiva; en igual forma se procederá con los hijos de los chilenos nacidos en Tacna.

El tratado del 3 de junio de 1929 significó para el Perú la pérdida de Arica, aunque le reconoce una serie de derechos específicos sobre ese territorio; la pérdida de una tercera parte de la provincia de Tarata, quedando además supeditada al puerto de Arica. El 28 de agosto de 1929 Chile devolvió Tacna al Perú. La reincorporación de Tacna al Perú, fue recibida con muestras de emocionado júbilo en todo el país. Este tratado a pesar de estas contingencias adversas, fue un instrumento de paz entre los dos países, posteriormente se reanudaron las relaciones diplomática y se restableció la amistad con el país del sur.

Frontera con Ecuador

Luego del desembarco del Libertador de América, general don José de San Martín en Paracas, el 8 de setiembre de 1820, Guayaquil proclamó su independencia el 9 de octubre del mismo año, y formó parte de la Gran Colombia. El 7 de Enero de 1821 Tumbes proclamó y juró su independencia en un Cabildo Abierto y el 4 de junio del mismo, hizo lo propio Jaén bajo el amparo de la protección de San Martín procediendo en 1822 a enviar diputados al Congreso Constituyente del Perú de 1822, pidiendo ser integrantes del territorio peruano. Maynas a su vez, se incorporó a la vida independiente como integrante del departamento de Trujillo, jurando la Constitución liberal del Perú de 1823.

Años después se trató de establecer los límites definitivos del Perú, con los países vecinos y esto se intensificó al hacerse presente la delegación neogranadina que presidió Don José Joaquín Mosquera, portador de las ideas bolivarianas de unir a los pueblos de América en una poderosa Confederación, éste se entrevistó con don Bernardo de Monteagudo quien por entonces era Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, a quien le manifestó: "Que se reconociera la provincia de Guayaquil como integrante de Colombia, de acuerdo al proyecto de la Confederación redactado por Don Pedro Gual Ministro de Relaciones de Colombia", en respuesta Monteagudo le manifestó la idea de San Martín de: "Dejar a Guayaquil la libertad de unirse a Colombia o al Perú". Estas conversaciones produjeron discrepancias resultando la firma del Tratado Monteagudo-Mosquera, que consideraba:

* La Unión, Liga y Confederación de los Estados de América, dejando expedito el camino para la aprobación por los Congresos de los Estados.
* El reconocimiento tácito al Perú de la posesión de Tumbes, Jaén y Maynas.

En estas conversaciones y acuerdos finales no se hablo de Guayaquil, posteriormente al reiniciarse las conversaciones sobre algunos aspectos pendientes, en un proyecto convenio se estableció que:

"Ambas partes reconocen los límites de sus territorios respectivos, los mismos que tenían el año 1809 los ex-Virreinatos del Perú y de Nueva Granada desde la desembocadura del río Tumbes al mar Pacífico, hasta el territorio del Brasil".

Este planteamiento originó la oposición del plenipotenciario peruano José María Galdeano, quien aprobó el principio del uti possidetis de 1809, pero en rechazó el trazo de límites de la desembocadura del Tumbes hasta el mar, porque iba en contra de los intereses del país. En 1828, se inició la guerra con la Gran Colombia, que al final del conflicto se firmó el Convenio de Girón, luego el tratado de Piura hasta conformar los planteamientos mediante el Tratado de Guayaquil.

El Convenio de Girón se firmó el 28 de Febrero de 1829 entre los representantes del Presidente La Mar, Generales Gamarra y Orbegoso; y de parte de Sucre los Generales Flores y O'Leary, que en materia limítrofe consideraba:

* La aceptación del principio del Uti possidetis de 1809, como base para la delimitación de las fronteras.
* La devolución de Guayaquil a las respectivas autoridades colombianas.
* La retirada del ejército peruano del sur de Macará.

En este convenio no se consideró la controversia sobre los territorios de Tumbes, Jaén y Maynas, contó el convenio con la aprobación de Sucre más no la del Presidente La Mar, que lo declaró nulo "por contener frases injuriosas contra el Perú", exigiendo las más amplias satisfacciones de Sucre. De igual manera se pronunciaron el Coronel Prieto, Jefe de las Fuerzas Armadas peruanas y el jefe de la Escuadra Hipólito Bouchard, ambos en "Junta de Guerra" acordaron oponerse a la entrega de Guayaquil, prosiguiendo en estado de guerra. En aquellas circunstancias, se produjeron cambios políticos en el país, con la sublevación que encabezó Gamarra y que depuso al Presidente La Mar; el nuevo jefe del gobierno peruano llegó a un entendimiento con los colombianos, firmándose el Convenio de Piura, posteriormente el Tratado de Paz y Amistad en Guayaquil en Setiembre de 1829, entre el plenipotenciario peruano Don José Larrea y el colombiano Don Pedro Gual, en el cual se establecía :

* Reconocimiento de ambas partes por límites de sus respectivos territorios los mismos que tenían antes de su independencia los antiguos Virreinatos de Nueva Granada y el Perú.
* La obligación de realizar recíprocas cesiones de pequeños territorios que contribuyan a fijar la línea divisoria de una manera natural y exacta, capaz de evitar competencias y disgustos entre autoridades y habitantes de las fronteras.
* El nombramiento y constitución por ambos gobiernos de una Comisión compuesta por dos individuos por cada República que recorriera, rectificara y fijara la línea divisoria.
* Sometiendo la decisión a un Gobierno amigo de ambos países, si surgieran discrepancias.

En el año de 1830 se desintegró la Gran Colombia, dando nacimiento a Ecuador, Colombia y Venezuela que ingresaron a la vida de países independientes. El Ecuador aprobó su Constitución en Riobamba el 10 de agosto de 1830, y el Perú luego de reconocerlo como nuevo Estado inicio cordiales relaciones diplomáticas. Al año siguiente, en 1831, llegó al Perú Don Diego Novoa, Encargado de Negocios del Ecuador y entabló conversaciones con nuestro Ministro de Relaciones Exteriores Don José María Pando, entre quienes se firmó dos Tratados, uno de Amistad y Alianza y otro de Comercio. En el primero se tomó la decisión de formar una cuádruple alianza incorporando a Chile y Bolivia para los casos de sufrir agresiones extrañas.

A pesar de los acuerdos llevados a cabo, a los Tratados realizados, continuaron durante varios años los problemas con el Ecuador, llegándose a redactar diversos tratados con el fin de lograr un entendimiento y paz entre los dos países; pero en 1857 el Ecuador considerándose con derechos a las tierras amazónicas, cedió en parte de pago a sus acreedores ingleses una cantidad considerable de tierras de Canelos entre el río Bobonaza. Esta actitud arbitraria, motivó la protesta de nuestro representante en Quito, Don Juan C. Cavero, amparando su protesta en el Uti possidetis de 1810. Ecuador por medio de su representante Don Antonio Mata, negó todos los derechos del Perú; ante estos hechos el presidente don Ramón Castilla, al ver amenazada la paz, procedió al bloqueo del puerto de Guayaquil y a su ocupación; este conflicto terminó con el Tratado de Paz de Mapasingue, el 25 de Enero de 1860, suscrito por Don Manuel Morales por el Perú y Don Nicolás Estrada por el Ecuador, en el cual se consideraba entre otros lo siguiente:

* La nulidad de la adjudicación de terrenos que el Ecuador hizo a sus acreedores británicos.
* Se convino en la rectificación de los límites territoriales, mediante una Comisión Mixta que debía ajustarse a los documentos presentados por ambas partes, estando vigente lo enunciado por el derecho de uti possidetis reconocido por el artículo V del tratado de 1829 entre la Gran Colombia y el Perú y que tenían los antiguos Virreinatos del Perú y Santa Fe, fundados en la Real Cédula de 1802.

Durante varios años, mientras se sucedían los cambios de gobierno en el Ecuador como en el Perú, el problema de límites seguía vigente, celebrándose reuniones diplomáticas que llegaron a contiendas bélicas, hasta que en 1879, estando en el gobierno del Ecuador el General Ignacio de Veintimilla, inició el movimiento de sus tropas, en clara ventaja de que el Perú atravesaba los desastres de la guerra con Chile; tomó posesión de los territorios que se hallaban en disputa, llegando a atacar Tumbes, y aprovechando su superioridad numérica y la situación en que se encontraba nuestro país, tomó posesiones en Jubones y en Zarumilla, entre los ríos Machala y Santa Rosa. De igual manera, en la zona montañosa llegaron al Alto Napo hasta la desembocadura del río Coca, ocupando varios pueblos vecinos. Esta actitud adquirió características de mayor indignidad, ya que el Perú en esos momentos sufría las consecuencias de la pérdida de la Escuadra y de gran parte del ejército que había sido aniquilado en el desastre sufrido tras la derrota frente a Chile. Al llegar el año de 1887, el Ecuador volvió a ceder a sus acreedores ingleses terrenos de nuestra pertenencia en el Alto Amazonas, lo que motivó la protesta del Perú por intermedio del Ministro de Relaciones Exteriores Don Cesáreo Chacaltana, terminando Ecuador por aceptar un arbitraje que solucionara el problema de los límites acudiéndose a la intervención del Rey de España, y que debía emitir un fallo definitivo e inapelable. España luego de aceptar el arbitraje, y recibir los alegatos que fueron presentados por los diplomáticos Don José Pardo Barreda, por el Perú, y Don Pablo Herrera, por el Ecuador. Pardo, se pronunció de la siguiente manera:

* El derecho del Perú a los territorios de Maynas, de acuerdo a la Real Cédula de 1802.
* El derecho al territorio de Tumbes como integrante del Corregimiento de Piura en la Intendencia de Trujillo.
* El derecho al territorio de Jaén por haberse anexado al Perú sobre las bases de la libre determinación.
* La aceptación de la anexión de Guayaquil al Ecuador, como compensación por Jaén.
* La determinación de los límites entre ambos países.

Este alegato, ha servido de base a posteriores revisiones del litigio con el Ecuador.

En 1901 surgió otro problema con posesiones en Aguarico, en esa fecha el Prefecto del departamento de Loreto, el Coronel Pedro Portillo, redactó un informe sobre la penetración ecuatoriana, así como las medidas que adoptó para impedirla como reforzar la comisaría Fluvial de las riberas de los ríos Napo y Aguarico, encomendando para ello a Don Manuel Carrillo, esto originó la protesta del Ecuador que acusó a Carrillo de posesionarse de la boca del río al frente de su escolta. El Perú respondió que en ningún momento había ocurrido violación de dominios; sin embargo se ordenó el retiro de las fuerzas peruanas hacia Iquitos, retiro que fue aprovechado por los ecuatorianos quienes siguieron penetrando en territorio peruano, apoderándose del Alto Napo y del río Aguarico, con el objetivo de acercarse al río Amazonas por la boca del río Curaray.

El Coronel Portillo, enterado del avance ecuatoriano envió al Capitán Juan Francisco Chávez Valdivia, oficial al mando de las tropas peruanas, quienes fueron atacados por las tropas ecuatorianas librándose el combate de Angoteros (26 de junio de 1903), en la cual hizo replegarse a las fuerzas ecuatorianas, logrando el desalojo del lugar. Estos acontecimientos dieron lugar a firmarse en Quito el Protocolo, entre el Ministro Plenipotenciario del Perú en Ecuador Don Miguel Velarde, por el que acordaron ambos países someter el conflicto al arbitraje de España, que aceptando, nombró como Comisario Regio al literato Don Ramón Menéndez Pidal quien luego de recibir los informes del personal técnico de geógrafos e historiadores, preparó la sentencia resolutoria que debía ser elevada a conocimiento del Rey de España; pero antes que esto sucediera se produjeron manifestaciones violentas en Quito y Guayaquil, con expresiones de hostilidad para el Perú, con palabras que llegaron a hechos. Lima se cubrió de indignación y se preparó un ejército de 20,000 hombres. Estos preparativos de guerra hizo intervenir a Argentina, Brasil y los EE.UU. de Norteamérica, proponiendo a los países litigantes lo siguiente:

* El retiro de las fuerzas de ambos países de las fronteras.
* El Perú replegó sus tropas a Tumbes.
* Ecuador las retiró hacía Machala.
* Se acordó la desmovilización de ambas fuerzas.
* Se acordó la presentación de un proyecto de Protocolo que obligaba a esperar el Laudo Arbitral.

El protocolo no fue aceptado por Ecuador, pese a la intervención de los países que se habían esforzado por impedir la guerra, esta actitud hizo que España al apreciar la reacción nada conciliadora del Ecuador, decidió dar por terminada su gestión arbitral sin pronunciar sentencia. Posteriormente se propuso llevar el litigio al Tribunal Internacional de la Haya, planteamiento que tampoco aceptó el Ecuador. Durante los años 1910 a 1924, siempre subsistieron las reclamaciones y las conversaciones para un arreglo directo que propiciaba el Ecuador, y el arbitraje que propugnaba el Perú, inclusive se adoptó la propuesta "mixta", con la intervención del gobierno de Washington; pero estas gestiones diplomáticas tampoco tuvieron éxito, produciéndose los incidentes bélicos de julio de 1941 (Zarumilla), en que las fuerzas peruanas al mando de general Eloy G. Ureta, rechazaron la agresión ecuatoriana y en admirable combinación de las tres armas, en breves días ocuparon la provincia ecuatoriana de El Oro.

Los países americanos intervinieron como mediadores en el conflicto, entre ellos, Brasil, Chile, Argentina y los EE.UU. de Norteamérica, quienes se reunieron en la ciudad de Río de Janeiro, el día 29 de enero de 1942, firmándose el PROTOCOLO DE PAZ, AMISTAD Y LIMITES entre el Perú y el Ecuador, sobre las bases del Tratado de Amistad, Paz y Límites. Por el Perú intervino el Ministro de Relaciones Exteriores Dr. Alfredo Solf y Muro y por el Ecuador el Sr. Julio Tobar Donoso.

La frontera establecida en dicho tratado esta referida a los siguientes puntos:

a) En el Occidente

1.- Boca de Capones en el Océano Pacífico
2.- Río Zarumilla, aguas arriba y Quebrada Balsamal o Lajas
3.- Río Puyango o Tumbes, aguas abajo hasta la quebrada de Cazaderos
4.- Quebrada de Cazaderos, aguas arriba y por la divisoria de aguas entre ésta y el Río Chira, hasta la naciente de la Quebrada de Pilares
5.- Quebrada de Pilares, aguas abajo, hasta su desembocadura en el Río Alamor, siguiendo aguas abajo hasta su confluencia con el Río Chira
6.- Río Chira, aguas arriba
7.- Ríos Macará, Calvas, y Espindola, aguas arriba, hasta los orígenes de este último en el Nudo de Sabanillas
8.- Del nudo de Sabanillas hasta el río Canchis
9.- Río Canchis, en todo su curso, aguas abajo
10.- Río Chinchipe, aguas abajo, hasta el punto en que recibe el río San Francisco.

b) En el Oriente

1.- Desde la boca del Río San Francisco, en el Chinchipe, aguas arriba por este río hasta su naciente
2.- De la naciente del Río San Francisco sigue por la divisoria de aguas que hay entre el Río Zamora (ecuatoriano) y el Río Santiago (peruano), esto es, la Cordillera del Condor; hasta la boca del Río Yaupi, en e Santiago
3.- Una línea hasta la boca del Río Bobonaza en el Pastaza. De allí otra línea recta hasta la confluencia del río Cunambo con el Pintoyacu, para formar el Río Tigre
4.- Desde allí una línea recta hasta la boca del Río Cononaco en el Río Curaray, siguiendo aguas abajo hasta el lugar llamado Bellavista
5.- Una línea hasta la boca del Río Yasuni en el Río Napo. Por el Napo, aguas abajo, hasta la boca del Río Aguarico; 6.- Por éste, aguas arriba, hasta la confluencia del Río Lagartococha o Zancudo, con el Río Aguarico
7.- El Río Lagartococha o Zancudo, aguas arriba, hasta sus orígenes y de ahí una recta que vaya a encontrar el Río Güepí, y por éste hasta su desembocadura en el Río Putumayo, y por el Putumayo arriba, hasta los límites del Ecuador y Colombia.

Firmado este Protocolo, el Perú no perdió ni ganó nada, solo reafirmó sus derechos con un espíritu de justicia, de acuerdo a los principios existentes, han quedado definitivamente fijadas nuestras fronteras y determinado el patrimonio territorial del Perú.

Mar Litoral

El territorio nacional no solo comprende nuestra geografía que se encuentra delimitada por las fronteras, hacia el oeste el Perú también comprende lo que se denomina EL MAR TERRITORIAL, en una extensión de (200) millas desde sus costas. En el concepto de mar territorial se consideran dos importantes aspectos:




a) El Zocalo Continental o Plataforma Submarina

Viene a constituir la prolongación en el mar del territorio del estado ribereño.

b) El Mar Adyacente a sus Costas

Este derecho se extiende también sobre las riquezas que se encuentran tanto en el zócalo continental (petróleo principalmente) como en el mar adyacente (riqueza ictiológica o fauna marina) y por tanto de ejercer su soberanía. Al amparo de esta doctrina, el 1 de agosto de 1947, el Presidente del Perú Dr. José Luis Bustamante y Rivero y su ministro de Relaciones Exteriores Dr. Enrique García Sayán, expidieron el Decreto Supremo No. 781 que estableció la soberanía del Perú sobre la plataforma submarina o zócalo continental y sobre el mar adyacente a una distancia de 200 millas marinas de nuestras costas. Este histórico decreto supremo dice en su parte resolutiva lo siguiente:

1.- Declara que la soberanía y jurisdicción nacionales se extienden a la plataforma submarina o zócalo continental e insular adyacente a las costas continentales e insulares del territorio nacional, cualesquiera que sea la profundidad y la extensión que abarque dicho zócalo.

2.- La soberanía y la jurisdicción nacionales se ejercen también sobre el mar adyacente a las costas del territorio nacional, cualesquiera que sea su profundidad y en la extensión necesaria para reservar proteger, conservar y utilizar los recursos y riquezas naturales de toda clase que en o debajo de dicho mar se encuentren.

3.- Como consecuencia de las declaraciones anteriores, el Estado se reserva el derecho de establecer la demarcación de las zonas de control y protección de las riquezas nacionales en los mares continentales e insulares que quedan bajo, el control del gobierno del Perú y de modificar dicha demarcación de acuerdo con las circunstancias sobrevivientes por razón de los nuevos descubrimientos, estudios e intereses nacionales que fueron advertidos en el futuro; y, desde luego, declara que ejercer control y protección sobre el mar adyacente a las costas del territorio peruano en una zona comprendida entre esas costas y una línea imaginaria paralela a ellas y trazada sobre el mar a una distancia de doscientas (200) millas marinas desde cada uno de los puntos de contorno a ellas.

4.- La presente declaración no afecta el derecho de libre navegación de naves de todas las naciones, conforme al derecho internacional.

La soberanía declarada por el Perú sobre su mar territorial, fue reafirmada por la Declaración de Santiago, firmada en la capital chilena, el 18 de agosto de 1952, por la cual los gobiernos de Perú, Chile y Ecuador proclaman como norma política internacional marítima, la soberanía y jurisdicción exclusiva sobre el suelo y sub-suelo que a ella corresponde. Desde entonces son muchos los países latinoamericanos que han proclamado la tesis de las doscientas millas, tesis que se va extendiendo cada vez más en el mundo no obstante la oposición de las grandes potencias.